Total, como ya nadie entra en el blog, pues me he marcado 14 minutos de vídeo. No quisiera parecerles que he desistido de la escritura, pero como explico casi al principio del metraje el asunto a) no podía no ser tratado y b) ha impuesto su tratamiento.
Seguimos en proceso de auto-conocimiento y, como prueba, este vídeo con el que quisiéramos comenzar el nuevo curso, a pesar de su flagrante falta de cortinilla y de nuestro pánico escénico, al que se unieron esta vez los rigores de un agosto tenaz e irreverente, que nos lanzaron al uso de estas camisetas monocromáticas que devienen pijamas ante sus ojos. En él tratamos, ya, al personaje más principal y pintiparado de nuestros tiempos.